Pedro Mege Rosso y Margarita Alvarado Pérez
En un escenario tan ajeno como puede ser el Estudio Fotográfico, lejos del paisaje natural característico de Tierra del Fuego, el fotógrafo retrata a Pedro y Cipriano, sometiéndolos a un acto de vestidura e investidura.
En el uso de su indumentaria étnica los retratados son cazadores posando como Selk’nam, sus cuerpos y gestos aparecen envueltos por la tradicional capa de piel de guanaco. En la exhibición de su indumentaria occidental emergen investidos como hombres pulcros e integrados a la sociedad, sus cuerpos y gestos no revelan su pertenencia étnica. Es la vieja dualidad cuerpos salvajes – cuerpos civilizados, representada visualmente.